El pasado 16 de diciembre, el equipo de Nayar Systems disfrutó de su segunda convención interna, con toda la plantilla al completo. Al igual que sucediera el año anterior, el misterio era absoluto. Nadie, salvo el departamento de comunicación y una persona del equipo directivo conocía ningún aspecto del juego de misterio. La sorpresa y el nerviosismo se palpaban en el ambiente, pues con la primera quedaron encantados y tenían ganas de conocer los detalles de su segunda convención interna.
La organización de la jornada desarrolló una importante creatividad, con el objetivo de dar el pistoletazo de salida a uno de los hitos más importantes del año 2017 para Nayar Systems: La celebración de su décimo aniversario. Para ello, se rescató a Salazar, el camaleón que fue mascota de la empresa durante varios años, protagonista de la anterior identidad corporativa de Nayar Systems. La organización deseaba dar por zanjada la etapa en la cual se había trabajado sin una estrategia ni una planificación firmes, dándola por concluida, y arrancando una nueva y decisiva era. Pero había que resolver una cuestión: “¿Quién mató a Salazar?”. La respuesta la descubrirían a través del juego del Cluedo, donde en un ambiente inspirado en la Edad Media, jugaron a ser detectives por una noche, para conseguir las pistas suficientes que les ayudaron a desentrañar el misterio de su muerte.
Tras finalizar la primera parte y antes de la cena, apareció uno de los actores que conformaba el reparto de personajes del Cluedo: El prior reclamaba los dos cofres que días antes había llevado personalmente a las oficinas de Nayar Systems. Ahí quedaba desvelada la creatividad de la jornada y la finalidad que se pretendía conseguir a través del juego. Debían encontrar al asesino de Salazar. Para ello, se organizarían en diferentes clanes y trabajando en equipo, hallarían la respuesta.
Dado que la convención estaba ambientada en la Edad Media, Salazar estaba representado como un dragón proveniente de una poderosa estirpe, en lugar de la mascota real de la empresa, que era un camaleón. Los participantes estaban divertidos por la creatividad y deseosos de encontrar al culpable. Ellos no supieron hasta el final que no había un único asesino. Todos habían posibilitado que Salazar ya no formara parte de Nayar Systems, pues habían decidido mirar hacia un futuro prometedor, que pasaba por el establecimiento de una visión estratégica en la mente del equipo.
Finalmente, el sábado disfrutaron de las primeras Jornadas Gastronómicas de Nayar Systems, donde también por equipos, cocinaron sendas paellas que después comieron, disfrutando de un ambiente de confianza y unión. Cabe decir que durante la convención se repartieron tres reconocimientos, a las personas que llevan más de cinco años formando parte de Nayar Systems. Un broche de oro que puso fin a 2016 y un incentivo para iniciar un año trascendental para la empresa, donde celebrará su décimo aniversario haciendo lo que mejor sabe hacer: Lanzar al mercado potentes innovaciones.
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