¿Cuál fue la razón que le llevó a formarse en el mundo de la ciencia y tecnología?
Pues que me encantaba la ciencia, simplemente. No es algo que haya visto o vivido de cerca en casa, pues no había ingenieros en mi familia, pero estando en el instituto tomé una decisión equivocada que me hizo ver claro que me formaría en ciencias. El error fue elegir materias propias de mixtas en vez de puras. A las dos semanas de empezar el curso me di cuenta de que me había equivocado, me parecía muy aburrido y nada desafiante. Pedí a la Dirección del centro cambiar, pero me dijeron que era demasiado tarde… sólo dos semanas después. Pagué mi error con creces: tuve que sacar las asignaturas que había elegido y en paralelo, con apuntes que me prestaban, alguna clase a la que los profesores de puras me dejaban ir, siempre que no coincidieran con las mías oficiales, y con un profesor en casa, saqué además Física, Química y Matemáticas. Aquellas materias sí que eran divertidas. Eso me permitió enderezar mi camino al curso siguiente. Me equivoqué, pero tuve la rapidez de reflejos y voluntad de cambiar. No, no era demasiado tarde.
Después vas madurando y vas eligiendo aquello que te llena de verdad. Tuve la suerte de estudiar en Francia y allí no necesitas escoger tu especialidad desde el primer año. Los dos primeros años son comunes y eso me permitió conocer más en profundidad cada campo y por tanto saber lo que me gustaba y lo que no.
¿Cómo se le presenta la oportunidad de comenzar a trabajar en la multinacional Schindler?
En la universidad tuvimos un examen en el que se planteaba un problema que giraba en torno a un ascensor. El profesor de esa materia siempre nos invitaba a investigar un poco sobre empresas relacionadas con el sector de los ejercicios y problemas que nos ponía. Fue así como oí por primera vez hablar de Schindler. Al acabar la carrera, 3 años después, me puse a buscar trabajo y ese nombre, que se había quedado grabado en mi mente, salió a flote. Busqué por Internet la historia, los valores y la situación económica de Schindler. Me llamaron a las pocas semanas, pasé las entrevistas oportunas y aquí sigo 13 años después.
Debido a su amplia experiencia en otros países, desde su formación en Francia o en Italia, o su dilatada trayectoria profesional en Suiza, ¿cuáles cree que son las debilidades y fortalezas más reseñables del sector de la elevación en el mercado español con respecto a otros mercados europeos?
En cuanto a las fortalezas que el parque de ascensores en España es de los más grandes de Europa, porque aquí vivimos, fundamentalmente, en vertical. Además, el sector de la construcción es muy importante y eso es fundamental para el de la elevación. Respecto a las debilidades destacaría que durante la crisis se ha primado el coste a la calidad. Esto va en detrimento de Schindler pues la calidad forma parte de nuestro ADN, es más, durante los años de la crisis no hemos dejado de incrementar nuestros estándares de calidad y seguridad. Creo que, como sociedad, vamos a pagarlo doblemente: en primer lugar, porque no estamos disfrutando de instalaciones que funcionen impecablemente y en segundo lugar porque el mantenimiento precario va a reducir la vida útil de los equipos.
¿Cuál ha sido su experiencia ejerciendo cargos de Alta Dirección en otros países y dentro del sector de la elevación?, ¿con qué obstáculos se ha encontrado?
Obstáculos, pocos. Retos, varios. Uno que destacaría es el desafío cultural. Hay países en los que SI, es en realidad NO, otros en los que siempre te dicen NO, propongas lo que propongas y otros en los que siempre dicen SI, que es igualmente contraproducente. Otra lección más que reto, es la necesidad de innovar permanentemente. Este último punto en fundamental, para asegurar el futuro de la compañía. Es necesario innovar en materia de tecnología, obvio, pero no sólo, también en materia de servicios, herramientas, políticas, imagen…
¿Qué destaca de sus años trabajando en Suiza, ejerciendo como Responsable Técnica para los países de Europa del Norte de Schindler?
Siempre estaré muy agradecida a Schindler por darme la oportunidad de vivir y trabajar en Suiza. Fue una experiencia que cambió mi vida, tanto a nivel profesional como personal. Me gustó tanto que, aunque el plan inicial era estar 2 años y medio, al final me quedé 6, ¡y eso que no esquío! Si tuviera que elegir una palabra para definir mi periodo suizo sería Oportunidad. Allí me brindaron muchas oportunidades que me permitieron crecer profesionalmente. Tenga en cuenta que estuve viviendo 6 años allí, pero no llegué como Responsable Técnico de los países de Europa del Norte, ese fue mi último puesto, los últimos 2 años. Mi suerte fue encontrar grandes profesionales y líderes que han sido clave en mi carrera y por qué no decirlo, en mi vida, que me empujaron a saltar a la piscina a la vez que estaban pendientes de que no me ahogara.
¿Qué supuso para usted, tanto a nivel personal como profesional, regresar a España como Directora Técnica de Schindler Iberia?
A nivel profesional, un reto muy grande. Venía a ocupar los zapatos del mejor Director Técnico que, por su gran labor en varios puestos de la compañía, aquí y a nivel internacional, había pasado a ser Director General. Pero también he de decir que el viento soplaba a mi favor porque me encontré con el mejor equipo, enormemente competente y altamente comprometido, un magnífico jefe, un líder nato, una persona muy exigente, con muchas ideas y ganas de hacer cosas nuevas en todos los ámbitos de la compañía y por último, pero no menos importante, con los mejores compañeros, por trabajar como un auténtico equipo, que es la única forma en la que se pueden alcanzar grandes metas. A nivel personal, regresaba a casa, cerca de los míos, después de llevar, entre estudios y trabajo, 11 de los últimos 15 años, fuera.
¿Cuáles son las claves para ocupar puestos de gran responsabilidad en una multinacional como Schindler, con más de 58.000 empleados, que opera en más de 100 países y enmarcada en un sector tradicionalmente ocupado por hombres?
La clave es la misma que he mencionado antes: Oportunidades, o en este tema concreto, mejor dicho, la Igualdad de Oportunidades. Es lo que Schindler me ha ofrecido: nunca ha dejado de brindarme nuevos retos u oportunidades para crecer profesionalmente porque fuera una mujer o vamos a decirlo claramente, porque fuera una mujer en edad de tener hijos. He tenido la suerte de trabajar en un entorno laboral en el que se valora la diversidad en todos los aspectos, por lo tanto, no he encontrado ninguna barrera para crecer profesionalmente dentro de la empresa.
¿Qué considera que falta por mejorar del papel de la mujer en el sector de la elevación, donde el rol del hombre sigue siendo predominante?
El sector de la elevación ha sido tradicionalmente un área ocupada en su mayoría por hombres. Sin embargo, al igual que ha ocurrido en otros muchos sectores, el número de mujeres que se dedica a la elevación, ocupando en muchos casos cargos de responsabilidad e incluso de dirección, está aumentando en los últimos años. Necesitamos que continúe creciendo la concienciación social respecto a la igualdad, para que cada vez seamos más las mujeres que ocupemos puestos en estas industrias. Entonces dejará de verse como algo raro o excepcional y ya no habrá preguntas como ésta en ninguna entrevista, porque será habitual. Ese será el día en el que, como sociedad, podremos decir que hemos superado este reto.
¿En qué media cree que el contar con un equipo de Alta Dirección equilibrado, en cuanto a la cifra de mujeres y hombres, favorece positivamente tanto en la innovación de productos como de procesos?
El hecho de contar con un equipo diverso es siempre un aspecto favorable para cualquier empresa. Y no me refiero sólo a la diversidad de género sino a la diversidad en su sentido más completo, esto es, de opiniones y puntos de vista, de edad, de habilidades diferentes. Todo ello repercute positivamente en una mayor variedad de ideas y enfoques sobre los diferentes objetivos que se marque una compañía. La pluralidad de miradas, enriquece a cualquier organización y permite que sigamos evolucionando y, como consecuencia, innovando.
¿Cuáles son las características a destacar en el área de IoT y analítica predictiva de los ascensores y escaleras mecánicas de Schindler?
El Internet de las Cosas (IoT) es una de las principales inversiones que realiza Schindler actualmente en materia de innovación y así lo demuestra las alianzas establecidas con dos grandes partners como son General Electric y Huawei. Como consecuencia de su aplicación a nuestro sector, con el denominado Internet de los Ascensores y Escaleras Mecánicas (IoEE), vamos a poder analizar datos permanentemente que nos proporcione información actualizada del estado de las instalaciones y nos ayude a prevenir incidencias. De todos modos, si bien la aplicación más obvia de IoT en el mundo de la elevación es el mantenimiento predictivo, creo que lo que va a ser realmente disruptivo, son los nuevos servicios y líneas de negocio que van a nacer como consecuencia de IoT. Vamos a poder ofrecer servicios y ventajas a nuestros clientes, que ni ellos ni nosotros, podíamos imaginar hace unos años.
¿Cuál es el objetivo de implementar el Internet de las Cosas en el modelo de negocio de Schindler?
Schindler, trabajamos a diario con el fin de crear el siguiente nivel de movilidad. Como he mencionado anteriormente, el Internet de las Cosas resulta fundamental para incrementar la fiabilidad de los equipos y ofrecer así una experiencia más satisfactoria a clientes y usuarios, pero lo que yo destacaría por encima de todo, es que vamos a ofrecer nuevos servicios que faciliten la vida de nuestros clientes en todos los segmentos, esto es, vamos a aportar más valor añadido.
¿Cuáles son las líneas de investigación futuras que está desarrollando la multinacional en relación al IoT en el sector de la elevación?
Las líneas de investigación futuras van en dos direcciones. Por un lado, la parte más técnica, que consiste en la constante optimización de nuestros equipos y del servicio que prestamos, sacándole el máximo partido al IoEE y aprovechándonos de sus ventajas en beneficio de una movilidad segura y eficiente. Por otro, la vertiente más creativa, con la que estamos pensando de forma diferente, yendo más allá de la industria tradicional de la elevación, buscando nuevos servicios que ofrecer a nuestros clientes.
¿Qué soluciones de innovación plantea el IoT para un sector donde la seguridad del pasajero es tan importante?
Nuestros equipos mueven a diario a más de mil millones de personas en todo el mundo por lo que la seguridad es uno de los valores fundamentales de Schindler. Precisamente, el IoT nos ofrece la posibilidad de avanzar en el desarrollo de soluciones que conviertan a escaleras mecánicas y ascensores en equipos todavía más seguros, garantizando en todo momento el correcto desplazamiento de quienes los utilicen.
Algunas de las ventajas que hemos conseguido con esta aplicación son una monitorización más fiable, un análisis anticipado y detallado de los datos y la posibilidad de realizar chequeos remotos. Todas ellas nos permiten conocer el estado de la instalación en tiempo real para así poder adelantarnos a posibles incidencias que puedan poner en peligro el bienestar de nuestros usuarios o el estado de nuestros equipos.
¿Cuáles son los horizontes futuros que Schindler desea alcanzar en materia de IoT y elevadores?
Imposible responder a esa pregunta. Las infinitas posibilidades que nos ofrece el IoT, y la constante innovación que caracteriza a Schindler, complican el hecho de marcarse un horizonte fijo. Sin embargo, estamos convencidos de que en un futuro seremos capaces de integrar nuestros equipos con otros que no pertenecen a la elevación, seguir mejorando en materia medio ambiental, ofrecer funcionalidades y servicios que hoy no existen, incluso crear nuevos negocios para nuestros clientes.